martes, 10 de mayo de 2011

A paso ligero

A pesar de la enfermedad, no lo aparentaba. De hecho, creo que ya os comenté, que la gente que no hablaba con ella no creía que padeciese Alzheimer. Ahora todo está cambiando.

No es sólo que haya cesado su hiperactividad y sus ganas de hacer cosas sino que cada vez la vemos más deteriorada físicamente. Ya cuando está sentada en su sillón no se mantiene recta del todo y cuando va andando cada vez está más encorvada y le cuesta más dar el paso.

Además, comer le cuesta mucho. No tenemos que alimentarla todavía (aunque pensamos que pronto) pero sí que le tenemos que dar todo partidito en trozos pequeños y listo para metérselo en la boca. Y aún así le cuesta y se lleva su tiempo.

Sabíamos que esta etapa iba a llegar, igual que algún día sólo comerá comida molida y no podrá andar, pero no pensábamos que iba a llegar tan pronto. No creíamos que la enfermedad iba a avanzar tan deprisa. Actualmente se le nota el envejecimiento por semanas y esto es triste y duro para todos.

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