viernes, 8 de junio de 2012

Una dura decisión: no irá a la boda


Este fin de semana nos vamos de boda aunque esta vez no iremos todos. Tras los últimos meses ella se ve más vencida por la enfermedad y quienes la queremos hemos decidido que lo mejor será no asistir.
Al último enlace que fue tuvo lugar hace algo más de un año y medio y, en esa ocasión, aunque su memoria fallaba ella tenía ganas de arreglase, aguantaba en la calle, le gustaba arreglarse y le apetecía salir. Ahora todo ha cambiado; prácticamente no puede caminar, no aguanta de pie mucho tiempo, tampoco le apetece acicalarse y se siente desubicada cuando hay mucha gente alrededor.
Es más, como ya os he comentado anteriormente, ella es muy religiosa y para ella ir a la iglesia siempre ha sido como un relajante. En misa se relaja, se calma. Sin embargo, últimamente si está nerviosa su estado no cambia en la casa del Señor aunque sigue queriendo ir cada día, cada hora, cada minuto.
Esta será la primera reunión familiar sin ella y aunque sabemos que es la decisión más correcta, también nos da mucha pena y nos duele dejarla en casa. Sólo esperamos que estemos en el buen camino y no le estemos fallando.